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Cartas desde Sirio

La erótica de la música

La erótica de la música Como cualquier ser humano, una tiene sus manías y obsesiones. Esas pequeñas cosas, o no tan pequeñas, se convierten en una catársis donde liberar la mente aunque en manos de cualquier psicoanalista que se precie se mostrarían como un auténtico problema psicológico a tratar en un diván y que para la pobre redactora de estas reflexiones constituiría un suicidio de su cuenta corriente o cartera si le hiciera caso.

El caso es, y siguiendo con el tema que nos ocupa, que una de mis manías es analizar cada una de las canciones que escucho y descubrir que quiso decir el autor con ellas. Supongo que es una forma de desconexión que tiene mi subconsciente, me explico.

Como habitualmente paso el día analizando problemas y dando soluciones (en eso consiste mi trabajo), el analizar algo sin ningún tipo de motivo salvo por la simple curiosidad de saber el por qué, constituye una fuente de liberación para mi subconsciente, digo yo, aunque eso lo sabría decir mejor mi psicoanalista, ese que no tengo ni espero tener.

Eso es lo que me ocurre con la música... me encanta descubrir que se esconde tras unas letras que ha escrito otra persona. ¿Qué recuerdos puede traernos una canción? ¿Qué nos evoca un estribillo?. Un ejemplo: Beds are burning de Midnight Oil. Música de los años 90, cuando todavía era una niña y que por una razón u otra se fijó en mi retina a través de lo que entonces se denominaba la cultura del vídeo musical. Esta canción me traslada a un mundo desértico y árido, de olor a gasolina, decisiones equivocadas y hechos aceptados. El estribillo rompe el ritmo dándole el punto de pasión y erotismo que necesita para convertirse en una gran canción

A mi me evoca a unos futuros amantes entre los que existe una gran atracción, entre los que tarde o temprano saltarán chispas. A vosotr@s?

Un consejo... Dave Gahan... I need you, Hold on... muy sugerente

2 comentarios

Vir -

Tal vez por eso no he acabado todavía de volverme loca...

Joaquín -

Tú y tu blog sois el psicoanalista que no esperas tener....